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» Se rinde homenaje póstumo al maestro, amigo y líder del SPAUAN
Docentes, trabajadores, estudiantes universitarios, compañeros y amigos unidos por el dolor, formaron una valla humana, para recibir a las 9:30 horas del día 06 de noviembre, el cuerpo de Pablo García Galaviz, en la explanada universitaria, lugar donde se le rindió homenaje póstumo al luchador sindical, impulsor de la Reforma Universitaria y catedrático de esta casa de estudios.
La bienvenida a Pablo García Galaviz, al recinto universitario, fue con un caluroso aplauso, para posteriormente hacer guardia alrededor del féretro, en un acto de despedida silenciosa y respetuosa. En esos momentos, arribó el gobernador del estado, Ney Manuel González Sánchez, quien se sumó, como un miembro universitario, a la sentida ceremonia luctuosa.
Haciendo uso de la palabra, Manuel Páez Estrada, director de la Unidad Académica Preparatoria Uno (escuela donde inició en 1978 su trayectoria universitaria), Carlos Barrón Mallorquín, director de la Unidad Académica de Economía, Sigifredo Quezada Montero, en representación del nivel medio, nivel superior y del SPAUAN, respectivamente, coincidieron al expresar en un reconocimiento póstumo, la lucha que como líder del SPAUAN hiciera Pablo García Galaviz y su agradecimiento porque con su honestidad y su incansable esfuerzo, por su contribución al fortalecimiento institucional de la Universidad Autónoma de Nayarit.
Héctor López Santiago, líder de la FEUAN, expresó que Pablo García Galaviz fue más que un compañero, un amigo, y recordó las luchas, ideas, platicas que compartieron siempre en la búsqueda de que la Universidad cada día fuera mejor. Pablo García Galaviz, dijo, se le recordara siempre porque no sólo queda en la mente de los universitarios, sino, en sus corazones, y refiriéndose a su familia les dijo: no están solos porque cuentan con una gran familia, la familia universitaria.
Luis Manuel Hernández Escobedo, secretario del SETUAN, enfatizó que Pablo era un hombre integro, con valores, comprometido con los universitarios, con su familia, con sus amigos y con la vida. El legado que deja a los universitarios, destacó Hernández Escobedo, debe ser ejemplo de otras luchas que debemos emprender, porque nos encontramos en ese parte aguas que nos permitirá ser mejores y que nos compromete para seguir adelante en ese gran proyecto que iniciamos con Pablo y que seguiremos en su memoria.
Omar Wicab Gutiérrez, rector de la máxima casa de estudios nayarita, haciendo uso de la palabra expresó: “Pablo fue un hombre que estuvo al nivel de las circunstancias. Hay hombres que en los momentos fundamentales no logran comprender la importancia de los cambios, y se oponen a ellos llevados por razones y actitudes que a final de cuentas están en contra de los procesos sociales. Esos son hombres que su talla se achica con el tiempo. En cambio aquéllos que arriesgando las ventajas materiales del momento apuestan en la dirección correcta van tejiendo con su ejemplo, su propio lugar en la historia. Y en la historia universitaria Pablo supo entender el momento de la Reforma y la abrazó primero que nadie”.
Sin embargo, señaló Wicab Gutiérrez, -a pesar de su romanticismo- nunca dejó de poner los pies en la tierra, en un momento decisivo de la Reforma, planteó la tesis básica que ha sido la directriz que cualquiera de nosotros tuvimos la lucidez de percibir. Pablo tuvo una intervención decisiva que se me ha quedado indeleblemente gravada en la memoria como prueba de prudencia y visión. De esta forma, el Rector recordó las palabras que dijera Pablo García, en esos momentos decisivos para la UAN: “Antes de llevar a la Universidad a una aventura, es necesario asegurarnos que la nueva Universidad va a funcionar. La que ira desapareciendo tiene que morir asegurándonos que lo nuevo tiene garantías de sobrevivir una vez que lo hayamos probado. No vaya a suceder que estemos en una situación en que ingobernabilidad por la falta de definición entre lo nuevo que no nace y lo viejo que no muere”.
Pablo fue un hombre, describió Omar Wicab, que a su franqueza y honestidad aunó su sentido práctico de la vida. Este sentido práctico, señaló, era siempre la divisa que ayudaba en negociaciones harto difíciles que había que emprender para bien de la Universidad. “Pocos comprendieron este rasgo de su personalidad y la confundieron con falta de principios. Nada más erróneo. El sentido práctico de Pablo es el que permitió construir acuerdos que han sido claves para darle futuro a la Universidad y al Sindicato que él representaba. Acuerdos como los que permitieron la construcción del Fondo de pensiones y el que permitirá el inicio de la solución de las cláusulas de gratificación, son un legado que nos deja a todos los universitarios”.
Su honestidad, caracterizaba la personalidad de Pablo García, subrayó Omar Wicab, fue decisivo para reencausar el rumbo institucional de la Universidad y del Sindicato del Personal Académico. Él junto con otros es la clave en el viaje de la Universidad. La historia universitaria lo reconocerá siempre como uno de los hombres de la Reforma.
Cabe señalar, que previo a este acto póstumo, se realizó un homenaje también en la Preparatoria Uno, porque éste fue el lugar donde el Líder sindical iniciara su vida como universitario, fue un catedrático muy querido por docentes, trabajadores y estudiantes, quienes reunidos expresaron también su sentir y dieron el último adiós a Pablo García Galaviz.