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» Ante el H. Congreso de la Unión, el rector de la UAN, Omar Wicab presenta su ponencia para el Foro Nacional “Moneda de Plata para México”
Omar Wicab Gutiérrez, rector de la Universidad Autónoma de Nayarit, expuso ante la Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión y en el marco del Foro Nacional “Moneda de Plata para México”, su punto de vista con respecto al uso de monedas de plata para su circulación nacional y lo oportuno de esta proposición.
En este magno evento se contó también, con la intervención de el diputado José Julio González Garza, presidente del Comité de Vigilancia de la fracción parlamentaria del PAN y coordinador del foro, Aurelio Reyes Larrauri, presidente de la Academia de Finanzas Públicas, Sergio Almazán Esqueda, Director General de la Cámara Minera de México, Hugo Salinas Price, presidente de la Asociación Cívica Mexicana Pro Plata A.C., María Eugenia Linez Salas, Mención Honorífica “Premio Nacional Pro Plata 2003”; Alfredo Jalife Rahme, analista de Geoeconomía; y el comentarista Sergio Sarmiento.
La ponencia de Omar Wicab, se denominó: “Posibilidades de una de una Moneda de Plata Híbrida en un Sistema Mixto en México como la que plantea Hugo Salinas Price”. Antes de iniciar con su ponencia, el Rector de esta casa de estudios agradeció a los Diputados del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional de la LIX Legislatura, y particularmente a Hugo Salinas Price, quien con su iniciativa de ley para introducir una moneda híbrida de plata en México ha empezado a romper dogmas y a ofrecer esperanzas en relación a la posibilidad de asegurar el ahorro popular y una mayor estabilidad monetaria en nuestro país.
De esta forma, Omar Wicab inicio su participación comentando su experiencia personal ante el tema monetario:
“En 1976, yo tenía 16 años y como ustedes, saben muestra moneda se devaluó. Mi deseo de entender este fenómeno me llevó años después a interesarme por la economía como disciplina. Quería conocer sobre estos asuntos.
Debo decir que la teoría monetaria que se enseña en nuestras universidades es deficiente y errónea. Cinco años de licenciatura y una maestría me llevaron al punto inicial de mis motivaciones por estudiar economía. En 1994-95, otra devaluación me hizo voltear la mirada hacia los Consejos Monetarios, tema que resultó de las propuestas que algunos medios de comunicación y economistas extranjeros comenzaron a recomendar como la única solución para subsanar nuestro desastroso historial monetario.
Aunque no concuerdo con estas tesis (vean Argentina) la temática de los Consejos Monetarios (Monetary Boards) me llevó –ya fuera de toda atadura académica- a hacer descubrimientos interesantes en términos del funcionamiento de los sistemas monetarios.
Algunos de los aspectos que estudié me llevaron directamente a los trabajos de Don Hugo Salinas Price.
En principio el estudio de los Consejos Monetarios (el hecho de que la mayoría de ellos sigan asociados a países que fueron parte del Commonwealth) me llevó directamente a los antecedentes de estos en Inglaterra y de allí a el siglo XIX en que subsistió en Gran Bretaña por un periodo un sistema monetario mixto en donde circulaban billetes de banco y monedas metálicas.
La vieja discusión entre la Banking School y la Currency School me aportó importantes elementos teóricos para entender el comportamiento de los sistemas metálicos y de los sistemas basados a la vez en billetes de banco.
La existencia de los Bancos Estatizados ciertamente que ha cambiado mucho las cosas pero esencialmente veo revividos en el presente situaciones que se consideran como superadas, es decir, a pesar de que los sistemas monetarios en la actualidad se basan en los sistemas monetarios de papel, las leyes que gobiernan su comportamiento las podemos estudiar a partir de las experiencias de los sistemas metálicos y mixtos que existieron anteriormente.
De pronto aparecieron las tesis de Don. Hugo Salinas Price y comencé a leer con detenimiento sus textos: eran novedosos, distintos a lo que se había venido proponiendo, fresco, pero sobre todo teóricamente riguroso. Y esto último lo quiero resaltar.
Don. Hugo Salinas señala tres características de la nueva moneda que propone:
1. Que la moneda de plata de una onza no tenga valor nominal grabado,
2. que por Ley el Banco de México, emita diariamente su cotización tal y como se hace en la actualidad el para las cotizaciones del dólar norteamericano,
3. Que el Banco de México por ley, no “reducirá ningún valor cotizado de la onza de plata […] en pesos fiduciarios, en futuras cotizaciones.”
Desde luego que la más sorprendente de todas las características mencionadas es la que tiene que ver con el hecho de que su cotización no se reduzca.
Es esta característica la que hace de ella una moneda híbrida precisamente, pues cuando el precio de la plata desciende se comporta como una moneda fiduciaria y al elevarse el precio de la plata, como moneda-mercancía.
Precisamente ese hecho fue discutido por la Banking School en el siglo XIX y en 1845, John Fullarton señaló basado en la experiencia monetaria escocesa, más flexible que la inglesa tal posibilidad (Regulation of currecies of Bank of England, p. 60). El supuesto claramente expresado por Dn. Hugo Salinas es que en este sistema no existirá libre acuñación.
El Banco de México debe satisfacer la demanda de moneda metálica para evitar especulación sobre el valor de la onza de plata ante un alza en el precio internacional de la plata, pero debe, de acuerdo a la teoría cuantitativa del dinero, de regular su cantidad ante la baja en el precio internacional de la plata.
En este sentido, sí puede considerarse que la onza “Libertad” aseguraría su cotización desligándose del precio internacional de la plata.
Una vez considerados estos aspectos quisiera señalar la importancia de que la iniciativa que se presenta a esta honorable Asamblea pueda ser modificada en el sentido de que sean consideradas las tres características que han venido indicándose en los documentos de Dn. Hugo Salinas Price y que yo enumeré al principio de mi presentación. De no aprobarse así, las ventajas del sistema monetario no se cumplirían y no se podría asegurar adecuadamente el funcionamiento del sistema híbrido descrito”, concluyó.